LA VÍA DE LA TERAPIA FLORAL.
Nuestras emociones y pensamientos tienen un efecto profundo en nuestra salud y en la forma de relacionarnos y de llevar a cabo nuestras tareas diarias, en las metas que nos planteamos y, en general, en nuestras prioridades de vida.
Mente y emoción condicionan nuestros hábitos y, en definitiva, nuestro actuar, porque rigen cada una de nuestras elecciones, desde las aparentemente insignificantes hasta las más trascendentales que nos cambian por completo la vida.
Cualquier situación que, a priori, no sabemos solucionar, nos genera un conflicto interno, que podemos llegar a sentir como agobio, rabia, frustración, baja autoestima, o simplemente estrés o pesadez mental.
La mayor parte del tiempo no somos conscientes, ni de nuestras emociones ni de nuestros patrones de conducta, ya que por falta de tiempo o de hábito, ni siquiera nos detenemos a intentar identificar qué es lo que realmente estamos sintiendo, bajo qué parámetros hemos actuado, por qué o para qué reaccionamos así.
El autoconocimiento y el aprender a gestionar nuestras emociones es algo FUN DA MEN TAL, ¡¡BÁSICO!!
Sí, FUNDAMENTA Y BÁSICO, en grande y con mayúsculas. Y para todos: ya seas un alto directivo, un currante autónomo, si has decidido quedarte en casa para criar a tus hijos (¡¡sobre todo en este último caso!!).
Recientemente me invitaron a dar una charla para una asociación de mujeres empresarias en Móstoles (Madrid). El título de mi ponencia fue ¨Lidera tu Vida, Gestiona TÚ tu interior”.
¿Creéis que eso pueda tener alguna importancia para una mujer empresaria? ¿Estamos segur@s de estar el mayor tiempo posible actuando desde nuestro centro, tomando decisiones con la mente clara, desde la certeza interior?
¿Sabemos identificar cuándo estamos siendo demasiados autoritarios, posicionados de manera inflexible, o quizá estamos siendo demasiados sumisos?
¿Estoy siendo demasiado impaciente pretendiendo acelerar procesos, o estoy en la apatía, la desgana, esperando que todo me caiga del cielo sin ninguna implicación por mi parte?
¿Es posible lograr moderar tanto lo uno como lo otro? ¿Nos dejamos arrastrar por nuestras emociones, nuestras tendencias o hay alguna forma de saber gestionar todo eso?
Afortunadamente ¡¡sí!! Aunque esto, normalmente, no nos lo enseñan en los colegios convencionales ni en las universidades (todavía no, pero ¡todo se andará!), hoy en día disponemos de muchísimas herramientas transformadoras, para elegir según nuestra afinidad/tiempo/bolsillo. Por recursos, que no sea. Es cuestión de sentir qué es lo que vibra con nuestra energía, con nuestra forma de ver y sentir la vida, con las circunstancias del momento, con los objetivos que nos planteamos.
Si en este momento de tu vida se te hace imposible asistir a clases de meditación, empezar un proceso de psicoterapia o coaching personalizado o en grupo, por citar algunos ejemplos, o si ya estás en ello y quieres conocer algo que potenciará enormemente tus resultados, te presento: Las Flores de Bach.
Impatiens, por ejemplo, nos ayudará a moderar esa impaciencia, esa necesidad de acelerar los tiempos y evitar caer en la imprudencia de recoger la cosecha antes de tiempo, a interiorizar que no podemos “dormir de prisa” para ahorrar tiempo…
Avena Silvestre, si mi tendencia es dispersarme por querer hacer todo sin saber priorizar, ya sea en los quehaceres cotidianos como en, por ejemplo, la elección de formaciones, el pretender participar en todos los eventos, o el querer elegirlo todo para que no te falte de nada, Avena te ayuda a separar el grano de la paja, a saber lo que va realmente con tu vocación o con el momento actual…
Rosa Silvestre, si estamos en la apatía y la desgana, nos reconecta con la alegría de vivir, la motivación que nace del interior…
Centaura si actuamos con sumisión dejándonos manipular por los demás, poco a poco empezamos a poner límites sintiéndonos cómodos, de una manera natural…
Vid si usamos nuestras dotes de mando para imponernos inflexiblemente y sentirnos poderosos en vez de liderar el equipo para el mayor bien de todos y para el éxito del proyecto….
Castaño Blanco si tenemos una cabecita pensante tan agitada como una pecera revuelta donde no logramos ver con claridad y nos consume la energía mental…
Castaño Rojo si sufrimos de tanto imaginar que algo malo puede ocurrirle a nuestros seres queridos…
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5 PASOS ESENCIALES
PARA LIBERARTE DE ESE SÍNTOMA DE MANERA FÁCIL Y POR TU CUENTA
Pero esto son sólo algunas referencias puntuales, como para hacernos una idea de en qué sentido nos pueden ayudar estas amigas florales. En realidad podríamos hablar largo y tendido de cada una de ellas.
La terapia con esencias florales es un camino de crecimiento personal, de los más profundos, bonitos, y sencillos que conozco, tanto en lo personal como en lo profesional.
Las Flores, en mi vida, han sido como esas amigas incondicionales, con las que puedes contar siempre, cuyo abrazo te alivia y te nutre el alma.
Como terapeuta profesional, me han permitido un alcance mucho mayor en cada consulta, logrando no sólo mejores resultados sino también necesitando menos sesiones.
La toma de esencias florales es en realidad “una toma de conciencia“. Nos permite, como ya explico a quién me consulta: llevar nuestra mirada hacia adentro y tomar conciencia de nuestras reacciones, emociones, creencias, etc. para sanar desde dentro, y que entonces, pueda reflejarse en nuestra vida.
Sabina Concepción Martínez
Publicado en la Revista Universo Holístico, Julio 2017